El 14 de abril de 1931 se proclamaba en España la Segunda República y se abría en nuestro país un tiempo de esperanza en muchos ámbitos de la sociedad.
La sublevación de una parte del ejército, apoyado por los fascistas y la inmensa mayoría de la jerarquía católica, dio al traste con un proyecto político que no sabremos nunca hasta donde podría haber llegado.
El reconocimiento de los derechos de los trabajadores, la reforma agraria, la universalización de la educación y la cultura, la reforma del ejército y la separación entre iglesia y estado, fueron algunos de los elementos más significativos de los tres primeros años de gobiernos progresistas. La aprobación de la Constitución en diciembre de 1931, supuso el incio formal de todas estas reformas.
El triunfo de los partidos de derechas en el otoño de 1933, relentizó y debilitó de forma considerable las reformas emprendidas.
El 18 de julio de 1936, tras el fracaso del golpe de estado que un sector del ejército intentó contra el gobierno legal y democrático de la república, dio cominzo el conflicto bélico que asoló el país hasta que el 1 de abril de 1939 las fuerzas sublevadas consigieron la derrota de la República, instaurándose un régimen dictatorial de ideología fascista encabezado por el general Franco.
Hoy 78 años después de aquella fecha histórica, algunos seguimos pensando que se perdió una ocasión única de modernizar y democratizar este país, y creemos que muchos de los valores republicanos que caracterizaron aquel momento, aún siguen siendo válidos.
La sublevación de una parte del ejército, apoyado por los fascistas y la inmensa mayoría de la jerarquía católica, dio al traste con un proyecto político que no sabremos nunca hasta donde podría haber llegado.
El reconocimiento de los derechos de los trabajadores, la reforma agraria, la universalización de la educación y la cultura, la reforma del ejército y la separación entre iglesia y estado, fueron algunos de los elementos más significativos de los tres primeros años de gobiernos progresistas. La aprobación de la Constitución en diciembre de 1931, supuso el incio formal de todas estas reformas.
El triunfo de los partidos de derechas en el otoño de 1933, relentizó y debilitó de forma considerable las reformas emprendidas.
El 18 de julio de 1936, tras el fracaso del golpe de estado que un sector del ejército intentó contra el gobierno legal y democrático de la república, dio cominzo el conflicto bélico que asoló el país hasta que el 1 de abril de 1939 las fuerzas sublevadas consigieron la derrota de la República, instaurándose un régimen dictatorial de ideología fascista encabezado por el general Franco.
Hoy 78 años después de aquella fecha histórica, algunos seguimos pensando que se perdió una ocasión única de modernizar y democratizar este país, y creemos que muchos de los valores republicanos que caracterizaron aquel momento, aún siguen siendo válidos.
Amigo lagunilla, quien realmente perdió la oportunidad de modernizar este país no fueron los golpistas del 36, fueron los propios gobernantes republicanos, que buscaron más el enfrentamiento con la otra españa que una gestión administrativa eficiente y rigurosa. Como régimen, la II república fue un desastre que ni si quiera supo ganar en la guerra a los nacionales aun teniendo el apoyo de la URSS.
ResponderEliminarFue un régimen sectario, dirigido por extremistas, que cuando ganaron las derechas en 1933, como tu bien recuerdas, montan un golpe de estado. ¿Esa es la democracia que defendían los republicanos? ¿Así aceptaron el triunfo de la oposición?
Me preocupa que dentro del PSOE haya un sector con tanta querencia hacia la república, hacia esa república que fracasó, vuelvo a repetirte, por culpa de los muchos errores de sus propios gobernantes. Ese sector del PSOE se acerca a IU, gobernado ahora por los comunistas de toda la vida, lo que puede ser contraproducente electoralmente para los socialistas.
Y España, amigo lagunilla, se ha modernizado, con infraestructuras que mejoran las comunicaciones, con servicios sociales que cubren las necesidades de los más pobres, con una asistencia sanitaia que, con sus errores, es universal y de un magnífico nivel, con una democracia en la que conviven todos, hasta los republicanos.
Una democracia que cuando ganó el PSOE en 1982, momento histórico que tu bien conoces, nadie montó un golpe de estado. Ya lo hubo el año anterior, pero la democracia, y la actuación del Rey, cuyo compomiso con esta democracia nadie pone en duda, pudo afortunadamente con los golpistas. Una democracia en la que cuando ganó el PP en 1996 nadie montó un golpe de estado. Una democracia que permite elegir entre un colegio público o privado, aunque a tí te gustaría que fuera el primero.
Una democracia que permite elegir entre el ateismo, el agnosticismo o una religión, aunque haya una inmensa mayoria que profesa la católica por unas raíces cristianas que no son de hace medio siglo, sino que se remontan a muchos siglos. Una democracia, en fin, que la única gran asignatura que tiene pendiente de solucionar es el terrorismo asesino y secesionista de ETA, al que se ha unido el islamista en un contexto más internacional.
Esta democracia tiene también muchos vicios, como las listas electorales cerradas, el clientelismo o la corrupción, que afecta tanto al PSOE como al PP, pero es la mejor democracia que podemos tener. Ojalá algún día haya un político que corrija esos vicios. Zapaero dijo que lo iba a hacer y no lo ha hecho.
Dejad de añorar tiempos que no fueron mejores, centraros en el presente, en solucionar los problemas de hoy, que son muchos. No os veáis reflejados en el pasado que pudo ser pero que no fue.
"El 14 de abril fue el aniversario de la República española. Recordarlo no es un acto revanchista, es un acto de respeto a esa España que votó, vivió y luego padeció, cuando el poder económico, los terratenientes, la Iglesia y algunos militares decidieron cortar de raíz la legitimidad que el pueblo español había votado.
ResponderEliminarLos Gobiernos republicanos hicieron numerosas reformas estructurales de gran calado, en la educación, medidas sociales, sistema impositivo, que hubiera tenido un enorme impacto positivo en el futuro crecimiento del país, reformas agrarias, en definitiva, era un gran ideal cívico y de emancipación para amplias capas de la sociedad española de la década de 1930, que comprendía la conquista de los derechos políticos, la descentralización del Estado, combatir la hegemonía de la Iglesia a través del laicismo. El ideal republicano se hallaba muy socializado: latía en las familias, en los ateneos, en la prensa, había mayor correlación entre la movilización social y la participación en los partidos, hoy no. Dominaba el sentimiento de que los individuos pueden transformar las cosas, ahora no se demanda cambiar el sistema, sino pactar con él. Y qué decir de la cultura, del arte y del pensamiento, de la poesía, de la ciencia, de todo el saber y la creatividad que habían llevado a España a una ilusionante Edad de Plata.
Hoy debemos recordar a ese pueblo, que decidió libremente que la República era la forma de Estado que quería vivir, y que su esfuerzo y sufrimiento no fue en vano; que, a pesar del franquismo y los poderes que lo apoyaron y todavía se empeñan en que nada cambie, vivimos en libertad."
El anterior comentario escrito por Anónimo a las 08:54, es literalmente una carta publicada en la sección de Cartas al Director del diario EL PAÍS en su edición del día 16/04/2009, y firmada por Juan Andreu.
ResponderEliminarHe permitido su publicación en este blog, en mi ánimo de no censurar ninguna intervención, salvo las que contengan insultos y sean ofensivas para las personas, pero quiero hacer esta aclaración para conocimiento de mis lectores.
Dicho esto, manifiesto mi total acuerdo con el contenido de la carta de Juan Andreu.
¿De dónde saca que el pueblo decidió libremente que la forma de estado que quería era la república?. Esta es una de las falsedades mayores de la historia, de una historia que ahora quiere imponer la izquierda. Señor Andreu y señor lagunilla. En las elecciones de 1931 ganaron los partidos monárquicos, tuvieron más votos, los republicanos ganaron en alguna gran ciudad, pero el cómputo general fue mayoritario a los partidos monárquicos y de derechas. ¿Entonces el pueblo quiso la república?
ResponderEliminarSeñor Lagunilla, la República no fue elegida democráticamente por nadie en 1931, ya lo dice anteriormente algún otro comentario.
ResponderEliminarY no fue, en ningún momento, un régimen modélico. Hubo levantamientos en su contra continuos, con feroces represiones por parte de todos los gobiernos, de derechas o de izquierdas.
Y fueron precisamente las izquierdas quienes socavaron totalmente la estabilidad republicana con su levantamiento revolucionario en 1934, sólo porque desde la izquierda tampoco no se entendía el juego democrático. Y eso lo olvida usted en su post.
Por lo demás, algunos podemos ser republicanos, pero repudiar una república como la nacida en 1931. Los republicanos de derechas existimos, no somos un mito.