La libertad

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Miguel de Cervantes

jueves, 29 de abril de 2010

La salud es lo más importante

Un grupo de alumnos y alumnas de mi instituto, el "Sem Tob" de Carrión de los Condes, han creado un vídeo muy "chulo" sobre la importancia de la alimentación sana y saludable, y sus benefecios para nuestra salud.
Podeís verlo en el siguiente enlace:

http://www.youtube.com/watch?v=4Bir5haZgK0

¡Merece la pena!

miércoles, 28 de abril de 2010

Velos, kipas, tocas y la madre que los .......

En la, a mi parecer, falsa y artificiosa polémica sobre la presencia del velo, o cualquier otro símbolo religioso, en las escuelas me encuentro algo confuso, aunque algunas ideas sí que las tengo claras:
1. El derecho constitucional a la educación está por encima de muchas otras consideraciones.
2. Que ahora de repente nos pongamos a regular y a reglamentar cómo nos debemos vestir, no me gusta un pelo, pues me recuerda épocas pasadas que no deseo que vuelvan.
3. Que los mismos que defienden la inclusión de la religión católica en el curriculum de nuestras escuelas, y que se alteran y revolucionan cuando se propone retirar los crucifijos de los lugares oficiales, estén ahora contra la presencia de una alumna con velo en las clases, me produce un rechazo inmediato, acompañado de "escalofríos".
4. Que el laicismo en el que creo y que defiendo para la sociedad española, es la principal y única garantía para el ejercicio de la libertad creencias.
5. Que en pleno siglo XXI en todas las religiones existen aún fanáticos dispuestos a liar una "guerra" por un "quítame de ahí esos ..... velos, kipas, tocas y la madre que los paríó".

A propósito de este tema, me parece interesantísimo y muy ilustrativo el artículo de opinión publicado hoy en EL PAÍS por la periodista y escritora Rosa Pereda.

Leer el artículo aquí.

jueves, 22 de abril de 2010

"La segunda contrarreforma"

Con este título publica en "La Cuarta página" de "EL PAÍS" Juan José Tamayo, secretario general de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXII, y director de la Cátedra Ignacio Ellacuría, de la Universidad Carlos III, un interesante artículo.

"Con ataques destemplados y descalificaciones gruesas, ha zaherido la teología de la liberación"
"El Papa ha ofendido a judíos, musulmanes, anglicanos, ortodoxos y hasta a los precolombinos"

"Han sido suficientes cinco años de pontificado para que Benedicto XVI, en el ejercicio de la plenitud de los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial, haya ido desmontando tesela a tesela el mosaico de la reforma de la Iglesia perfectamente diseñado en el Concilio Vaticano II y haya llevado a infeliz término la segunda contrarreforma, que ya iniciara Juan Pablo II 30 años ha, siguiendo el guión que escribiera el cardenal Ratzinger cuando era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Es quizá la contrarreforma de mayor calado desde el Concilio de Trento (1545- 1563), que ha afectado a todos los campos de la vida de la Iglesia y a las relaciones de ésta con la sociedad, la política, la cultura y la ciencia, en una nueva edición de las viejas polémicas y condenas del pasado. Voy a centrarme en dos de los fenómenos involutivos más importantes del actual pontificado: el alejamiento de los pobres y excluidos y el antiecumenismo militante."

Leer todo el artículo aquí.

miércoles, 21 de abril de 2010

La Villa Romana de "La Olmeda"

El martes pasado estuve de excursión con los alumnos de 1º de ESO y 3º y 4º de DIVER del IES Sem Tob, en La Olmeda.
No se cuantas veces la he visitado en total, pero desde su nueva "imagen" han sido tres las visitas, y cada vez me reafirmo más en que es una auténtica maravilla.
El gran descubrimiento y hallazgo del añorado Javier Cortes, y los trabajos posteriores de la Diputación de Palencia, han sido rematados, de momento espero, de forma brillante por la actual corporación provincial, con la colaboración de otras instituciones.
Y como no me duelen prendas, tenía yo ganas de felicitar al Presidente de la misma, Enrique Martín, por el empeño puesto en llevar a efecto la obra, y por el resultado conseguido.

Ahora es necesario que se ponga todo el empeño en acondicionar, supongo que en Saldaña, un buen museo para exponer en él todos los materiales que han ido apareciendo en las escavaciones, junto con todo aquello que nos ayude a comprender mejor esa época. Los que después de visitar la villa, nos acercamos como es lógico al actual Museo, se nos cae el alma a los pies.

En fin, no hay que buscarle "peros", "La Olmeda" es una maravilla y punto.


martes, 13 de abril de 2010

14 de abril

El 14 de abril de hace 79 años, se proclamó la Segunda República Española, que llevaría a la elaboración de una de las constituciones más avanzadas de su época, cuya aplicación fue truncada por la sublevación fascista de 18 de julio de 1936.
La Constitución de la Segunda República Española supuso un avance notable en el reconocimiento y defensa de los derechos humanos por el ordenamiento jurídico español y en la organización democrática del Estado.
Casi un tercio de su articulado se dedicaba a recoger y proteger los derechos y libertades individuales y sociales. Entre otros avances, amplió el derecho de sufragio activo y pasivo a los ciudadanos de ambos sexos mayores de 23 años y estableció que el poder de hacer las leyes era del pueblo español, a través de un órgano unicameral que recibió la denominación de Cortes o Congreso de los Diputados. Estableció que el Jefe del Estado, Presidente de la República, sería elegido por un colegio electoral compuesto por Diputados y compromisarios, que a su vez eran elegidos mediante sufragio universal, directo y secreto.
Algunos otros principios que la Constitución incorporó o reafirmó como elementos esenciales del ordenamiento jurídico español fueron:
El principio de igualdad de los españoles ante la Ley, al proclamar a España como "una república de trabajadores de toda clase". El principio de laicidad, por el que se iba más allá de la mera separación entre la Iglesia y el Estado para adentrarse en un ámbito de total eliminación de la religión de la vida política. El principio de elección y movilidad de todos los cargos públicos, incluido el Jefe del Estado. Se preveía la posibilidad de la realización de una expropiación forzosa de cualquier tipo de propiedad, a cambio de una indemnización, para utilización social así como la posibilidad de nacionalizar los servicios públicos. Separación de la Iglesia y el Estado, además del reconocimiento del matrimonio civil y el divorcio.
Casi ochenta años después, algunos de estos principios siguen sin estar plenamente establecidos, y otros muchos son aún discutidos y cuestionados por “los de siempre”.
En fin compañeros, ¡mucha paciencia!


domingo, 11 de abril de 2010

Legislar "acongojados"

¡Ya estamos de nuevo en situación!
Acongojados por lo terrible y escalofriante de los casos, espoleados por los medios de comunicación, y animados por aquellos que consideran que cualquier tema sirve para atacar y criticar al gobierno de turno, estamos de nuevo exigiendo que se endurezcan las penas de la ley del menor, que se modifique la edad penal, que se establezca la cadena perpetua o la pena de muerte, etc.
Seguro que algún "partido" en la oposición, o "gobierno del PP de alguna CC AA", propone hacer "asesor" o "director general de algo" al padre/madre/familiar de la nueva víctima, ........
Y de nuevo estaremos cometiendo un tremendo error.
Al fundador de los Jesuitas, Ignacio de Loyola, se le atribuye una frase que nos debería hacer pensar: "en tiempos de tribulación, no hacer mudanza".
Legislar acongojados y a la salida de los cementerios ha sido, y será siempre, un mal método.

A este respecto, mi siempre admirado y añorado Jesús Quijano, escribe en el Diario Palentino de hoy, en su habitual espacio de UN MINUTO MÍO, un artículo que reproduzco íntegramente, pues no soy capaz de encontrarlo en la edición digital.

Menores y violencia
El caso de la niña de Seseña, presuntamente agredida por una compañera de cla­se y arrojada a un pozo con re­sultado de muerte, habrá con­mocionado hasta el límite a mu­chas personas. Es probable que el cúmulo de circunstancias que concurren en el suceso, difícilmente superables en cuanto a gravedad, contribuyan a ello: que una muchacha de 14 años, una niña al fin y al cabo, agreda a una compañera de clase de su mismo pueblo, de 13 años, sea o no en pelea recíproca, la arro­je a un pozo malherida, se vaya a su casa, viva durante unos dí­as con los hechos en la cabeza, resista luego un largo interroga­torio policial hasta confesar su autoría y, según las crónicas, no muestre síntomas de culpabili­dad o abatimiento, son, sin du­da, circunstancias impactantes para cualquiera. Por supuesto que habrá que esperar a que ter­mine la investigación y todos los detalles estén suficientemente comprobados; pero lo trascen­dido hasta ahora en informacio­nes solventes y coincidentes ya es de por sí suficientemente so­brecogedor.
Vendrán ahora reacciones previsibles y habituales en estos casos, como ocurrió en otros. Reclamarán con toda seguridad endurecimiento legal, ahora en la legislación de menores, como antes en el Código Penal, o en el régimen penitenciario, o en el tratamiento de la violencia de género, también estos días de triste actualidad entre nosotros, etc., etc. Y convendrá reflexio­nar una vez más sobre el fondo y el trasfondo de acontecimien­tos de esta naturaleza. Porque más allá de lo repudiable que re­sulta hacer “discurso interesa­do” (“la mala costumbre de ha­cer política a la salida del ce­menterio” se ha dicho con agudeza estos días), habrá que preguntarse con seriedad si real­mente hay un problema de in­suficiencia legal en estos casos, o si la solución adecuada es siempre la de revisar las leyes para endurecerlas a golpe de ca­so concreto.
No seamos ingenuos ni sim­plistas. La legislación penal y pe­nitenciaria española, para ma­yores y para menores, es recien­te, moderna y homologable, si cabe, más rigurosa que la media europea, y funciona correcta­mente en la inmensa mayoría de los casos en que debe ser aplicada. Se ha reformado y ac­tualizado con frecuencia; ahora mismo está en proceso de refor­ma el propio Código Penal. De­trás de una muchacha de 14 años que actúa como en el caso citado, lamentablemente, no hay un problema legislativo, co­mo no hay un problema de en­durecimiento de penas cuando el agresor de una mujer ha deci­dido de antemano quitarse de en medio a continuación de su crimen y le da igual que la con­dena establecida sea mayor o menor. Miremos al contexto en que todo esto ocurre, al entorno familiar y social, al bagaje cultu­ral, a las reglas de convivencia, a los valores y principios morales y cívicos que transmitimos, a los modelos de referencia que alen­tamos. En fin, a todo lo que puede estar conformando el tipo de comportamiento de una joven de 14 años en la actualidad. Seguro que ahí encontraremos los verdaderos motivos de peocupación.

En la misma línea es aconsejable leer el artículo de Pedro de Hoyos, publicado así mismo en el Diario Palentino del día 9:
¿Reformar la ley del menor?
Leer todo el artículo aquí.

domingo, 4 de abril de 2010

Hoy toca la de "cal"

Tras la "metedura de pata" de ayer, hoy toca salir en tromba con la de cal y apoyar sin fisuras al jefe.

Yo por mi parte, vuelvo a insistir, como lo hacía en mi artículo de ayer, que lo que denunciamos y denuncian la mayoría de los medios de comunicación del mundo entero, no son "los tropiezos de algunos clérigos católicos" (Carlos Amigo dixit), que como dice el tango, "cualquiera da en la vida", sino la orden de silencio y ocultación que desde la jerarquía católica se ha querido imponer y se ha impuesto sobre estos abusos o "tropiezos".

Para tratar los crímenes de "incitación a las cosas turbias", según los llamaba el Código Canónico de 1917, fue publicada por el Vaticano en 1922 una instrucción especial y completamente secreta, firmada por Pío XI y titulada Crimen sollicitationis (delitos de insinuación). La citada instruccción imponía un "vínculo absoluto de secreto" tanto para las causas abiertas como para lo relativo al propio documento. Los imputados, pero también las víctimas y los testigos, se arriesgaban a la excomunión si hablaban, y las actas debían ser destruidas.
En 1962, el cardenal Alfredo Ottaviani revisó aquel texto y posteriormente, en 1983, el Vaticano renovó el Código de Derecho Canónico. Como consecuencia, la Congregación para la Doctrina de la Fe actualizó y revisó parcialmente en 2001 la Crimen sollicitationis con una carta secreta firmada por Joseph Ratzinger, prefecto, en la actualidad Benedicto XVI, y Tarcisio Bertone, secretario, actual Secretario de estado del Vaticano. La carta se subtitulaba De delictis gravioribus (Sobre los delitos más graves), y pese a las dulces versiones ofrecidas estos días por los asediados jerarcas vaticanos, se reafirmaron en las viejas intenciones del legislador católico respecto a la pederastia y el sexo célibe, con una salvedad: establecía que los 10 años para la prescripción empezaran a contar una vez que el menor abusado cumpla 18 años.
La citada carte ordenaba a los obispos trasladar los casos a la Congregación, pero no endureció las penas contra la pederastia, ni animó a los obispos a denunciar en la justicia ordinaria. Según fuentes vaticanas que asistieron a la redacción de la carta, el papa Wojtila no permitió a Ratzinger ir más allá. Seguía rigiendo, por tanto, el Código Canónico, con distintas penas según la gravedad del delito: "Suspensión temporal, prohibición, privación y, en los más graves, terminación del estado clerical".
¡Toma tremendos castigos para un crimen horrendo!
Pero en la Iglesia cuentan los usos y costumbres. La Santa Sede siempre ha sostenido que un obispo no debía denunciar a la justicia civil a un sacerdote que haya admitidoun crimen de pedofilia. La fórmula se conoce como la doctrina Bertone. Y fue explicada en 2001 por el actual número dos del Vaticano en una entrevista a la revista católica 30 Giorni. "No excluyo que en algunos casos pueda darse una forma de colaboración entre la autoridad eclesial y la magistratura", declaraba Bertone. "Pero no tiene fundamento que un obispo, por ejemplo, sea obligado a ir a la magistratura civil para denunciar al sacerdote".
Esto es lo que es intolerable y lo que todo el mundo está denunciando

sábado, 3 de abril de 2010

Una de cal y otra de arena

¡Es que no les deja la condición!
Cuando esta mañana he oído las palabras que el predicador oficial de la Casa Pontificia Raniero Cantalemessa pronunció en el acto religioso del viernes en presencia de Benedicto XVI, supuse que tendría que escribir en este blog sobre la "ventana" de aire fresco que se abría en las enrarecidas estancias de la jerarquía católica.
Antes de ponerme a escribir, quise ratificar lo que de forma no completa había creído oír, y, dado que hoy no se edita prensa escrita, me fui a las páginas digitales de los periódicos.
¡Todo mi gozo en un pozo!
Si bien es cierto que lo que yo había oído, y que tanta esperanza me había producido ante un aparente y radical cambio de postura de la jerarquía católica sobre la violencia que sufren las mujeres, era cierto, al final el susodicho predicador lo termina estropeando.

En su sermón que tenía como eje central la idea de que "los hombre tienen que pedir perdón a las mujeres", dijo, entre otras cosas y refiriéndose a la violencia "doméstica" lo siguiente:
"Junto con la violencia sobre los niños, de la que se han manchado desgraciadamente no pocos miembros del clero, hay otra igual de grave, la violencia contra la mujer, que se desarrolla dentro de los muros domésticos, a escondidas de todos y que muchas veces viene justificada con prejuicios pseudoreligiosos y culturales"
"las víctimas se encuentran desesperadamente solas e indefensas y mucha de esa violencia tiene un móvil sexual"
"El adulterio es un pecado que se comete siempre entre dos, pero sólo y siempre, y todavía en algunos países, es castigado uno, la mujer".

Hasta aquí la cosa iba bien, y se ponía, desde mi punto de vista aún mejor, cuando el predicador de la Casa Pontificia también condenó los casos de abusos sexuales por parte de sacerdotes a niños.
Pero, como no les puede la condición, al final la tuvo que "pifiar".
Al referirse a los ataques que el Papa y la Iglesia Católica están recibiendo por su silencio y ocultación de los numerosos casos de abusos de clérigos a menores, los comparó con el antisemitismo, utilizando para ello una supuesta carta que le había enviado un amigo judío:
"El uso del estereotipo, echar las culpas personales a una colectividad, me recuerdan los aspectos más vergonzosos del antisemitismo".

Cuándo se querrán enterar de que nadie acusa al conjunto de los fieles de la iglesia católica, ni siquiera al conjunto de los clérigos de la misma, a cuyo colectivo pertenecen los "abusadores".
No. A quienes acusamos es a los miembros de la más alta jerarquía de la Iglesia Católica, comenzando por el Papa, que durante años ocultaron y encubrieron a los abusadores, y para mas oprobio, dictaron normas en las que se amenazaba con los máximos castigos canónicos, incluída la excomunión, para los que revelasen o llevasen a los tribunales ordinarios los temas de pederastia y de abusos sexuales en los que estuvieran incursos sus clérigos.
No existen ni estereotipos ni acusaciones colectivas. Existen, al menos por mi parte, acusaciones y exigencias particulares e individuales, dirigidas a los curas, obispos, cardenales y papas que habiendo cometido estos execrables delitos y/o habiendo tenido conocimiento de los mismos, han ocultado, colaborado en la ocultación e incluso ordenado la misma, bajo las más graves sanciones eclesiásticas. Y contra los que aún hoy en día, defienden que estos abusos y delitos deberían ser juzgados y castigados con arreglo al Derecho Canónico, demostrando el máximo desprecio a las leyes y a los tribunales ordinarios de cada país, y creyéndose aún que siguen en la Edad Media, cuando ellos disponían de vidas, haciendas y derechos sobre los pueblos e incluso sobre los gobernantes.

A esos van dirigidas las críticas, exigencias y condenas, no a ningún colectivo de fieles o de sacerdotes.


jueves, 1 de abril de 2010

Mariano Rajoy ya no quiere a Jaume Matas

En el mes de noviembre de 2004, un Mariano Rajoy que acababa de perder las elecciones generales frente al PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero, acudió al XI Congreso del PP de las Islas Baleares. En ese congreso fue reelegido Presidente del PP balear Jaume Matas, que hacía escasamente un año había ganado por mayoría absoluta las elecciones autonómicas en las islas.
Nuestro cariacontecido Mariano se "vino arriba" en el plenario del congreso y, quizá animado por las aclamaciones que estaba recibiendo el "president", manifestó enfervorizadamente que:

"Vamos a intentar hacer en España lo que Jaume y todos vosotros hicísteis en Baleares".

¡Cuánto se habrá arrepentido Rajoy de estas palabras! Si por él fuera, estoy seguro que le gustaría borrar de las hemerotecas estas o otras tantas expresiones de apoyo y amistad, como las que pronunció refiriéndose a Francisco Camps: "Siempre me tendrás detrás o al lado de tí".
¡Las vueltas que da la vida, don Mariano!

Espero que si algún desgraciado día, los españoles dan el gobierno de este país al Sr. Rajoy, no cumpla su palabra y no intente hacer en España lo mismo que al parecer ha hecho el Sr. Matas en Baleares.