La “tropa” (Mariano Rajoy dixit) que dirige el Partido Popular en España está dando estos últimos días una lección de la mejor hipocresía que se recuerda en la política de nuestro país. Ellos que en tanto valoran aparentemente las enseñanzas de la jerarquía de la iglesia católica, deberían leer de vez en cuando la Biblia, sobre todo el Sr. Trillo, insigne miembro del Opus Dei. Si así lo hicieran les recomiendo un pasaje muy apropiado, Lucas, 6,42: “¿Cómo puedes decir a tu hermano: Hermano deja que saque la brizna que hay en tu ojo, si no ves la viga que hay en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo y entonces podrás ver para sacar la brizna que hay en el ojo de tu hermano.”
Viene esto a cuento, entre otros casos, a la salida en tromba que han protagonizado los dirigentes populares, con Javier Arenas a la cabeza, contra el nombramiento de Manuel Chaves como Vicepresidente tercero del Gobierno, y su dimisión como Presidente de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
No se les ha ocurrido otra perogrullada que solicitar la celebración de elecciones anticipadas en dicha comunidad, alegando que el sucesor que salga elegido en el Parlamento andaluz está deslegitimado para gobernar.
Semejante barbaridad jurídica significaría que los dirigentes del PP desconocen que, en un sistema parlamentario como el que tenemos en nuestro país, los presidentes, tanto del Gobierno central como de los gobiernos de las comunidades autónomas, son elegidos por sus respectivos Parlamentos, resultando elegido aquel que obtiene la mayoría de votos necesarios en el mismo, como muy bien demuestran saber estos días los dirigentes populares del País Vasco.
La tradicional mala memoria de la derecha española, les ha hecho olvidar multitud de casos similares que han tenido lugar en sus filas.
Sin ser exhaustivos, y circunscribiéndonos a la Comunidad Autónoma de Castilla y León, habrían gobernado de forma “ilegítima” Jesús Posada (desde 1989, cuando José María Aznar dimitió para ser candidato a la presidencia del gobierno, hasta 1991), y Juan Vicente Herrera (desde febrero de 2001, dimisión de Juan José Lucas para marcharse a Madrid como Ministro, hasta 2003).
Como no me creo que desconozcan las leyes, ni me trago su mala memoria selectiva, solo puedo concluir que en este caso, como en otros muchos (Yak 42, caso Gürtel de corrupción, espionaje de compañeros, etc.) es una demostración más de la hipocresía de estos señores de la derecha, que no son capaces de ver la viga en su ojo, y sí la brizna en la de los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario