Para conmemorar el 65 aniversario de la aprobación
por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 10 de diciembre de 1948, de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, la emisora de la Universidad Popular
Palentina, Radio Colores, tuvo el acierto de organizar el programa “Seis horas de radio en directo
por los Derechos Humanos”.
En los diversos bloques horarios en los que se
dividió el programa, se fueron estudiando y debatiendo algunos de los artículos
que contienen los principales derechos reconocidos en dicha declaración, y en
el referido a la educación tuvieron la amabilidad de invitarnos a Ramiro
Curieses y a un servidor, en nuestra calidad de docentes y miembros de Liga
Española de la Educación y la Cultura Popular.
Moderado por Elisa Docio bajo la dirección de
Maribel, y con la participación de dos estudiantes de Educación Social que
están haciendo las prácticas en la UPP, Ariadna y Cecilio, el debate derivó
hacia la situación que se plantea ante la recién aprobada Ley Orgánica para la
Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE).
Hablamos largo y tendido de cómo con esta ley, el
respeto al derecho a la educación, tal y como lo entiende la declaración de la
ONU, deja mucho que desear.
Solamente con leer el concepto que de la educación
se deduce desde los primeros párrafos del preámbulo de la LOMCE, y compararlos
con lo que el artículo 26 de la Declaración dice, ya vemos por dónde van los
tiros. Veamos.
Artículo 26 de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos:
……
2. La educación tendrá por objeto el pleno
desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los
derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión,
la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos
o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones
Unidas para el mantenimiento de la paz.
……
Preámbulo de la Ley Orgánica para la Mejora de la
Calidad Educativa:
…….
La educación es el motor que promueve el bienestar
de un país. El nivel educativo de los ciudadanos determina su capacidad de
competir con éxito en el ámbito del panorama internacional y de afrontar los
desafíos que se planteen en el futuro. Mejorar el nivel de los ciudadanos en el
ámbito educativo supone abrirles las puertas a puestos de trabajo de alta
cualificación, lo que representa una apuesta por el crecimiento económico y por
un futuro mejor.
……
Pero es que, para mayor abundamiento, la LOMCE se
carga de forma incomprensible la asignatura de Educación para la Ciudadanía y
los Derechos Humanos, y la sustituye por otra llamada Valores Sociales y
Cívicos en Primaria, y Valores Éticos en Secundaria Obligatoria, y además, ¡serán
optativa con la Religión!
Es decir, puede que ningún alumno oiga hablar de
los derechos humanos de una forma reglada a lo largo de su formación básica y
obligatoria.
Y para rematar la faena, la LOMCE abre la puerta a
la financiación con fondos públicos de los centros que separan a los alumnos
por sexos, cargándose de esta forma cualquier posibilidad de avanzar en una
buena y correcta coeducación.
Y luego, a nuestro ínclito Presidente del Gobierno,
don Mariano Rajoy, se le llena la boca de alabanzas a Nelson Mandela poniéndolo
como ejemplo de luchador por los Derechos Humanos.
¡Pa mear y no echar ni gota!
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