La libertad

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Miguel de Cervantes

jueves, 25 de marzo de 2010

Por si alguien tenía dudas

Cada día me gusta más este hombre. Con que claridad y contundencia se expresa. Es que da gloria oírle pontificar sobre lo divino y lo humano, y solemnizar las mayores simplezas.
Por si alguien tenia alguna duda de lo que estos liberales de nuevo cuño piensan sobre el sistema de protección social que tantos años ha costado construir en la mayor parte de los países europeos, Aznar ha hablado y, como siempre, ha sentado cátedra.
Lean, lean Vds. la opinión que la reforma sanitaria que ha sacado adelante el presidente Obama, le merece a nuestro "líder":

"La reforma sanitaria aprobada por el Congreso de EEUU es aún una cuestión abierta"
"El intento originario era convertir el sistema americano en un sistema europeo, lo que ocurre es que a la mayoría de los americanos no les gusta"
"Muchos estadounidenses tienen dudas de la constitucionalidad de un derecho que sea convertido en una obligación, o que la sostenibilidad fiscal de esta reforma sea posible"
"Los que se oponen a ella mantienen que la salud es una responsabilidad individual de cada persona y debe ser el individuo y no el Estado quien tome decisiones al respecto"

Este es el mismo señor que puso en dudas la capacidad del Estado para decirle a él "lo que tenía que beber o no beber", o que "nadie tenía que conducir por él"

Este buen señor, lo mismo que Mayor Oreja al que ni siquiera creo que sea necesario contestar, han perdido una oportunidad de oro para estarse callados.
Salvo que lo que quieran es hacer daño y poner en dificultades a Mariano Rajoy. Como dice una buena amiga mía, cada vez que Rajoy parece que saca la cabeza del pozo, viene alguien de su propio partido y se la vuelve a hundir.
¡Joder que tropa!

domingo, 14 de marzo de 2010

Jesús Quijano: una forma de debatir

En mi lectura matinal de la prensa de los domingos, he tropezado, como lo hago habitualmente, con la columna que escribe periódicamente en el DIARIO PALENTINO, Jesús Quijano, bajo el título genérico de "UN MINUTO MÍO".
Conozco a Jesús desde hace muchos, quizá ya demasiados, años; y trabajé con él de forma muy cercana durante ocho de ellos, como secretario de organización del PSOE de Castilla y León, mientras el desempeñaba los cargos de Vicesecretario General y Secretario General de dicha organización.
En esos años aprendí de él y con él, mucho y bueno. Pero de todo lo que aprendí quiero en estos momentos destacar su capacidad de diálogo y de discusión, sin mantener nunca posicionamientos de partida inamovibles.
Siendo como es una de las personas que yo he tratado en mi vida que más claras y fuertes tiene sus convicciones políticas, es a pesar de ello, o quizá precisamente por ello, el más flexible, abierto, y dispuesto al diálogo y al acuerdo que he conocido.
En estos momentos en que la crispación política es el pan nuestro de cada día y la "clase política", los "tertulianos" y, podríamos decir, que "todo quisque" se despacha en todo momento y lugar con sentencias definitivas e inamovibles, con principios y posturas irreconciliables; cuando todo el mundo acude a los debates y reuniones para acordar algo con posiciones y posturas preconcebidas, y sin ningún ánimo de modificarlas, considero de sumo interés la lectura de la columna que Jesús firma hoy en el Diario Palentino.
Aunque el asunto que trata se refiere al tema concreto de los "toros", creo personalmente que la filosofía que del mismo se desprende es de aplicación a muchos ámbitos de nuestra crispada vida política. Sobre todo el final del mismo: "Dicho de otro modo, o recuperamos algo de toleran­cia, o cada vez seremos una so­ciedad más dividida en la que no se pueda discutir serena­mente de casi nada. Ni siquiera de toros."

A continuación reproduzco íntegramente el artículo, del que recomiendo encarecidamente su atenta lectura:

"El asunto de los toros"
UN MINUTO MÍO. Jesús Quijano. Diario Palentino, 14.03.2010
Quede claro que yo no me tengo por partidario acé­rrimo de ninguna de las dos posiciones que cada vez con más nitidez se dibujan en torno a la cosa taurina. No sé si será porque en mi tierra (que es casi el norte de Palencia) la afi­ción no está prendida como en otros lugares de la Región, o porque no he frecuentado de­masiado los cosos, pero lo cier­to es que no me considero un aficionado clásico, ni tampoco un detractor ferviente. Asumo de buena fe que unos vean arte y estética donde otros sólo ven barbarie y sufrimiento. Algo ha­brá de lo primero cuando tanto literato, pintor, escultor, etc., han hecho de los toros motivo preferente de su obra; y algo ha­brá de lo segundo cuando el animal sale a la plaza vivo y lo retiran muerto, y no precisa­mente de muerte natural. Su­pongo también que ambos bandos debieran aceptar lími­tes recíprocos a sus posiciones: ni convendría que los favora­bles se tengan por defensores de una seña de identidad patria, ni que los contrarios lleguen a percibir más el dolor de un ani­mal que el dolor de un hombre.
Dicho esto, aprecio en lo que vale la iniciativa del parlamento catalán de propiciar un debate plural; no olvidemos que es el resultado de una iniciativa le­gislativa popular para la que han tenido que reunirse mu­chas firmas, lo que quiere decir que las hay. Y aprecio menos la iniciativa de declarar la «fiesta nacional» (??) como bien de in­terés cultural, pretendiendo con ello marcar una frontera política perfectamente absur­da. No soy partidario, en rela­ción con este espectáculo, de prohibir por mandato legal ni de apoyar por designio institu­cional. Habrá de ser la sociedad, y la libre opción de los ciudadanos, quien marque la pauta del futuro y quien dictamine sobre la sostenibilidad del evento, sin asociarlo a una esencia deter­minada. Tan mal me parece que haya que ser «taurino» como re­quisito para ser español (y hay quien lo piensa y lo practica), como que todo «taurino» sea un ser abyecto, incivil y cruel (y hay quien lo piensa y lo dice).
Porque lo que más me preo­cupa es esto: la tendencia, cada vez más extendida y en más cuestiones, a partir de una po­sición preestablecida que no permite considerar siquiera la posición contraria; esa actitud que lleva a descalificar de plano la discrepancia, o la opinión, o la propuesta que no se acomo­da a nuestro criterio, o a nues­tro interés, o a nuestra preferen­cia, antes incluso de haberla analizado. Dicho de otro modo, o recuperamos algo de toleran­cia, o cada vez seremos una so­ciedad más dividida en la que no se pueda discutir serena­mente de casi nada. Ni siquiera de toros.

sábado, 13 de marzo de 2010

Miguel Delibes: in memoriam

Miguel Delibes Setién
(Valladolid, 17/10/1920 - 12/03/2010)
"La ratas" , otra novela mía de aire libre, es el fruto de una intransigencia. La censura de prensa -más cernida y dura que la literaria- me prohibió en 1961 una campaña en favor del campo castellano, sumido en el desamparo y la pobreza. Un día, caminando por tierras segovianas, sorprendí a un hombre que cazaba ratas en un arroyo para vendérselas a sus convecinos para su sustento.
Este hombre me pareció un símbolo de la Castilla de entonces y lo erigí en protagonista de mi novela (que escribí para resarcirme de la campaña de prensa que no pude hacer) colocando a su lado a un niño sabio y generoso, el Nini, que bien pudiera representar el espíritu de Castilla, rico y esperanzado, en dramático contraste con su miseria natural.

Carta que Miguel Delibes escribió en el año 1984 para una edición de "Las ratas" del Círculo de Lectores, ilustrada por José Vela Zanetti.

miércoles, 10 de marzo de 2010

La paja en el ojo ajeno ........

... y no vemos la viga en el propio"

Estamos asistiendo últimamente en la prensa a una catarata de ofendidas declaraciones y manifestaciones de muchos elementos de la derecha más reaccionaria y conservadora de este país, sobre "lo malo y antidemocrático" que es el régimen castrista cubano.
Este rosario de declarcaciones al respecto, que por cierto se reproduce cada cierto tiempo, está motivada esta vez por la muerte tras una huelga de hambre de 85 días, del disidente cubano Orlando Zapata.
Esta vez, y sin que sirva de precedente, estoy totalmente de acuerdo en que la situación de falta de libertades y de desprecio al derecho a la discrepación política que se vive en Cuba, es absolutamente rechazable y condenable.

Dicho y ratificado lo anterior, aconsejaría a muchos de esos escandalizados y vociferantes demócratas de nuevo cuño, que se mire en su propio ojo, no vaya a ser que, como dice el dicho, "vemos muy facilmente la paja en el ojo ajeno, pero no somos capaces de ver la viga en el propio".

Los mismos que ahora, con toda la razón del mundo, maldicen y satanizan al régimen castrista por dejar morir a un ser humano, pusieron a escurrir al gobierno de Zapatero por intentar impedir que muriera el asesino de ETA De Juana Chaos.
Ya se que las circunstancias y la catadura moral de ambos es radicalmente distinta, pero la obligación del estado es en ambos casos la misma: impedir que un preso a su cargo muera. Esa es la grandeza de aquellas sociedades democráticas que han descartado de su ordenamiento jurídico la pena de muerte y que luchan contra sus "enemigos" con las armas y los argumentos de la ley y, por lo tanto, no pueden ni deben permitir que nadie muera ni que nadie se tome la "justicia por su mano".
Pero estos principios valen siempre y en todos los casos. Lo contrario es cinismo.

Y con respecto a la falta de libertades y la existencia de censura en Cuba, aconsejo a estos "nuevos demócratas" que miren en algunos de los lugares donde gobiernan, porque es posible que vean "la viga en el propio".

En relación con este tema de la censura, es muy aconsejable leer el artículo de Elvira Lindo en la última de EL PAÍS de hoy.
Leer el artículo aquí.