La libertad

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Miguel de Cervantes

lunes, 20 de enero de 2014

¡Qué se vayan!

EL NORTE DE CASTILLA
EDICIÓN PALENCIA 20.01.2014
Hace solamente dos años, el 3 de febrero de 2012, comenzaba en Sevilla el 38º Congreso Federal del PSOE. Durante el desarrollo del mismo, además de la elección de Alfredo Pérez Rubalcaba como secretario general frente a la opción de Carme Chacón, se produjo otro hecho que, a día de hoy, continúa marcando el devenir de este partido en nuestra Comunidad Autónoma: la elección de Óscar López como secretario de organización federal.
Ante este nombramiento del que en aquellos momentos era secretario general del PSCL-PSOE y portavoz en las Cortes de Castilla y León, se planteaba el dilema de su sustitución, en una o en ambas de sus responsabilidades.
En lugar de someter la resolución de esta situación a un debate amplio y profundo entre todos los afiliados y afiliadas del Partido en nuestro ámbito territorial, se optó, una vez más, por el “pasteleo de despacho”.
Allí, en la comodidad de los despachos, de la forma más opaca posible y sin la participación de nadie más que algunos dirigentes, se fraguó el esperpento que estamos viviendo los socialistas de Castilla y León durante estos últimos dos años, y que nos lleva, de seguir así, al desastre político.
En lugar de adoptar la decisión más lógica, dimitir de sus cargos en la comunidad autónoma, y permitir que el Congreso Autonómico resolviera el liderazgo del Partido en Castilla y León, el nuevo Secretario Federal de Organización diseñó, con la imprescindible colaboración de Julio Villarrubia, la operación “me voy pero poco”. Seguramente con el objetivo de tener cubiertas las espaldas para el caso de que su aventura federal no tuviera buen final, deja la secretaria general en manos de alguien que no es Procurador en las Cortes, Julio Villarrubia es Diputado por Palencia, y conserva el puesto de Portavoz en el Parlamento Autonómico, alegando que “no va a traicionar a los votantes que lo acababan de elegir” y “aprovechar políticamente la plataforma que su nuevo cargo le proporcionaba”, tesis apoyada entusiásticamente por el postulante a sucederlo en la dirección del Partido en nuestra Comunidad, Julio Villarrubia.
Algunos, en los escasos foros del Partido en los que podemos participar, ya anunciamos que la cosa no podía funcionar, pero ni los más pesimistas podíamos imaginar el desastre que estas decisiones de despacho iban a producir.
Al circo que los compañeros Óscar y Julio diseñaron en Sevilla, y culminaron, poco más de dos meses después en Valladolid los días 14 y 15 de abril en el 12º Congreso Autonómico, pronto le comenzaron a “crecer los enanos”.
Los codazos para salir en las fotos negociando con la Junta de Castilla y León cada uno por su lado, y las más de las veces, sin el conocimiento del otro; los alineamientos en las distintas Agrupaciones Provinciales con uno u otro, y las correspondientes bajas, voluntarias o forzosas, de militantes; la desastrosa gestión de la moción de censura en el ayuntamiento de Ponferrada, que aún colea; el espectáculo que se está dando ante la sociedad vallisoletana trasladando la pelea regional al ámbito municipal y provincial; y para rematar al menos de momento el espectáculo circense, el número preparado en la provincia de Ávila entre los partidarios del uno y del otro, para el control de la comisión ejecutiva, son solo algunos, lo más conocidos, de los numeritos que hemos montado en tan escaso periodo de tiempo.
Todos estos acontecimientos parecen indicar que nos vemos abocados a la celebración de unas primarias, por cierto método este que ambos denostaban y al que se oponían hace escasamente dos años, para elegir entre ambos.

Este humilde militante os quiere pedir un favor: iros los dos y dejad que los afiliados y afiliadas del PSOE de Castilla y León decidamos entre otros posibles candidatos que vuestra marcha puede ayudar a aparecer. No nos obliguéis a optar entre los dos principales responsables de la situación que estamos viviendo. No nos obliguéis a decidir entre “Guatemala y Guatepeor”.

Publicado en EL NORTE DE CASTILLA, Edición Palencia el 20.01.2014
No aparece en la edición digital

lunes, 6 de enero de 2014

La Ley del aborto, ¿regateo o engañabobos?

Según el Diccionario de la Real Academia Española, la palabra regateo tiene tres acepciones: discusión del comprador y del vendedor sobre el precio de algo, reventa o venta al por menor de comestibles que se han comprado al por mayor, y reparos o excusas que se ponen para la ejecución de algo.
Por su parte, engañabobos también puede tener tres significados: cosa que engaña o defrauda con su apariencia,  engañanecios (persona que pretende embaucar o deslumbrar), y chotacabras (Caprimulgus ruficollis, ave insectívora).

Lo que el Gobierno español de don Mariano Rajoy está haciendo con el pomposamente llamado anteproyecto de ley de Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada, podemos considerarlo como un regateo o un engañabobos, ambas en su primera acepción.

El tratamiento penal y social de la interrupción voluntaria del embarazo, ha sufrido en España una evolución irregular, casi siempre condicionada por las turbulentas relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado, y no siempre ha estado regulado. Cuando se ha hecho ha sido a través de los códigos penales, y ha sido considerada una práctica penalizada. Así, el Código Penal Español de 1822 establecía penas de reclusión en distinto grado que podían alcanzar los 14 años para los profesionales que lo facilitaran y de hasta 8 años para las mujeres embarazadas que abortaran.

La Segunda República despenalizó el aborto en 1937, pero su vigencia duró muy poco pues, el nuevo Código Penal de 1941, volvió a penalizar dicha práctica, y así se mantuvo durante casi cuarenta y cinco años, lo que no fue obstáculo para que se siguiera practicando, en condiciones penosas para la que no tenía medios, y mediante la “solución de Londres” para las que sí los tenían.

El primer gobierno socialista de Felipe González, mediante la promulgación de la Ley Orgánica 9/1985, de 5 de julio, de reforma del artículo 417 bis del Código Penal, despenalizó el aborto inducido en tres supuestos: riesgo grave para la salud física o psíquica de la mujer embarazada (supuesto terapéutico), violación (supuesto criminológico) y malformaciones o taras, físicas o psíquicas en el feto (supuesto eugenésico). De acuerdo con esta ley, la gestante podía interrumpir el embarazo en centros públicos o privados en las primeras 12 semanas en el caso criminológico, en las 22 primeras semanas en el eugenésico, y en cualquier momento del embarazo en el caso terapéutico. En los supuestos segundo y tercero, se requería un informe médico que certificara el cumplimiento de las condiciones establecidas por la ley; en los casos de violación, era preciso cursar previamente la pertinente denuncia policial. En estos tres supuestos, no era punible el aborto practicado por un médico, o bajo su dirección, en un centro sanitario acreditado para hacer interrupciones voluntarias del embarazo, ya sea público o privado, con el consentimiento expreso de la mujer. En los demás casos, el Código Penal establecía diversas penas de prisión tanto para la mujer embarazada como para los facultativos que practicaran abortos no amparados por la ley.

Tuvieron que transcurrir otros veinticinco años, durante parte de los cuales gobernó también el Partido Popular sin que modificara la ley,  y calar en la conciencia de la mayoría de la sociedad española que esta regulación había quedado obsoleta, para que en 2010, otra vez un gobierno socialista ahora presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, promulgara la Ley Orgánica 2/2010 de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Esta ley se marcó como objeto garantizar los derechos fundamentales en el ámbito de la salud sexual y salud reproductiva establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), regular las condiciones de la interrupción voluntaria del embarazo y establecer las correspondientes obligaciones de los poderes públicos.
Para ello, en los artículos 13 y 14, se concreta la despenalización de la práctica del aborto inducido durante las primeras 14 semanas del embarazo. Durante este tiempo, la mujer podrá tomar una decisión libre e informada sobre la interrupción de su embarazo. No habrá intervención de terceros en la decisión. Igualmente, el artículo 15 señala que el plazo de posibilidad de interrupción voluntaria del embarazo aumenta hasta la semana 22 en casos de «graves riesgos para la vida o la salud de la madre o el feto». A partir de la vigésima segunda semana, solo podrá interrumpirse el embarazo en dos supuestos: que «se detecten anomalías en el feto incompatibles con la vida» o que «se detecte en el feto una enfermedad extremadamente grave e incurable en el momento del diagnóstico y así lo confirme un comité clínico.

Y en esas estábamos cuando nuestro flamante Ministro de Justicia don Alberto Ruiz Gallardón, anuncia una vuelta atrás en el tiempo y nos lanza la propuesta del gobierno del Partido Popular de, no ya volver a la ley de 1985, si no situarnos en un tiempo anterior cargándose el supuesto eugenésico de aquella - malformaciones o taras, físicas o psíquicas en el feto- y complicando hasta lo inimaginable el supuesto terapéutico - riesgo grave para la salud física o psíquica de la mujer embarazada-.

Semejante barbaridad que nos aleja de la legislación sobre este tema en todos los países de nuestro entorno social y cultural, ha levantado tal polvareda que, incluso en su propio partido, han surgido muchas voces en contra de la misma.

Y aquí viene lo del título de este artículo: ¿regateo o engañabobos? Me temo que todo haya sido una táctica de cualquiera de estas dos posibilidades. Sale a la palestra pública el “progre reconvertido” de Ruiz Gallardón con una propuestas que no se la comen ni los loritos, y luego, ante la “supuesta reacción social”, modificamos la misma y la dejamos, más o menos, como la ley de 1985. Y aquí paz y después gloria, todos/as tan contentos/as porque hemos frenado semejante involución en el siempre polémico tema del aborto.

Y lo que realmente puede pasar es que, de nuevo otra vez, nos la “metan doblada”, como con la subida de la energía eléctrica, y se cargan una ley, la de 2010, que supone un avance sustancial en los derechos de las mujeres a decidir sobre su maternidad, que nos situaba a la altura de los países de nuestro entorno, que fue elogiada por la ONU y de la que incluso presumió la ministra doña Ana Mato, y que, contra el pronóstico de la “carcundia” de la jerarquía católica, redujo en un 5% el número de abortos en este país.

Así que, ¡ojo al cristo, qué es de plata! No podemos dejarnos engañar por este absurdo regateo, o engañabobos, y debemos seguir luchando por el mantenimiento de una ley que ha sido asumida con total normalidad por la sociedad española, y que la misma sea sustituida por otra que solo responde a las presiones de los dirigentes de una determinada creencia religiosa. No podemos permitir que de nuevo las mujeres de este país tengan que abortar en condiciones de clandestinidad y riesgo sanitario o, si tienen los recursos suficientes, de nuevo tengan que “peregrinar a Londres

lunes, 23 de diciembre de 2013

Cosas veredes!

Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.

Este poema de Martin Niemöller, un pastor de la iglesia luterana alemana que le tocó vivir las dos grandes guerras del siglo pasado,  y en muchas ocasiones atribuido a  Bertolt Brecht, tiene su origen, según el propio autor, en el sermón que pronunció en la Semana Santa de  1946 en Kaiserslautern (Alemania), y que se titulaba  “¿Qué hubiera dicho Jesucristo?”.

Dos años antes de morir en 1984 y con motivo de su 90 cumpleaños, Niemöller declaró que había empezado su carrera política “como un ultra conservador que aspiraba al regreso del Kaiser y ahora soy un revolucionario; si llego a los cien años, es posible que me convierta en anarquista”.

Creo que tanto el conocido poema como la reflexión del final de sus días, tiene una clara y rotunda aplicación a la España de 2014
.
Es más que probable que muchos ciudadanos de este país estén relativamente pasivos ante lo que está ocurriendo en él, porque creen que las medidas que se están toman “no van con ellos”. Yo no tengo hipoteca; yo no compré preferentes; yo no tengo hijos en edad escolar;  yo tengo un trabajo fijo; yo puedo pagar mi sanidad; yo tengo un plan de pensiones privado; yo soy “formal y buena persona” y no me afecta la reforma del Código Penal; yo no voy a manifestaciones, ni hago huelgas, ni rodeo el congreso, y no me afecta la ley de seguridad ciudadana; yo no voy a abortar; yo no vivo en Cataluña y  me da lo mismo lo que hagan; etc., etc., etc.

Pues queridos compatriotas, es más que probable que, cuando te toque a ti, que no lo dudes que te tocará, ya no haya nadie a tu alrededor que pueda protestar. Estarás solo.

Y con respecto a su evolución política reconocida al final de su vida por Niemöller, muchos españoles, ante la que nos está cayendo, estamos a punto de convertirnos ya en revolucionarios. Espero que no tengamos que terminar convirtiéndonos en anarquistas y terminemos reclamando “la abolición del gobierno, es decir, de toda autoridad, jerarquía o control social que se imponga al individuo, por considerarlas indeseables, innecesarias y nocivas”.

Desde un punto de vista personal recuerdo que, cuando hace más de treinta y cinco comencé a militar en el PSOE, muchos de los compañeros de entonces me consideraban un “joven socialdemócrata”. Hoy, y a la vista de las propuestas y actitudes del actual PSOE, me da la sensación de que me consideran “un peligroso y radical izquierdista”.

En fin, me vais a permitir que termine con otra cita, también erróneamente atribuida a Cervantes en su Don Quijote: “Cosas veredes, Sancho, que farán fablar las piedras”.

sábado, 21 de diciembre de 2013

PSOE-PP, ¿la misma mierda es?

La expresión que da título a este post se escuchó mucho hace dos o tres años, en la etapa final del segundo gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero (2010-2011), e influyó bastante en el resultado de las elecciones generales que dieron el triunfo por mayoría absoluta al Partido Popular.
Hoy, cuando han transcurrido algo más de dos años de ese triunfo electoral, ¿seguimos creyéndonos el eslogan?
Algunas de las "cositas" con las que nos han obsequiado este gobierno de ultra liberales y neo conservadores, nos pueden ayudar a responder:
Reforma laboral para facilitar el despido, la bajada de sueldos, y la precarizacaión del empleo; reforma del sistema de pensiones con la consiguiente pérdida de poder adquisitivos de los pensionistas actuales y, sobre todo, de los futuros; copago farmacéutico y hospitalario; ley de educación a gusto de la jerarquía católica, en contra de una educación de calidad de todos y todas para todos y todas; paralización en la aplicación de la ley de dependencia; reforma regresiva del código penal; nueva ley de seguridad ciudadana, en la que se desjudicializan un montón de supuestos, dejando su penalización en manos del poder ejecutivo, y que pone nuestra seguridad en manos privadas.
Y para terminar este breve y no exhaustivo repaso, una nueva regulación de la interrupción voluntaria del embarazo, que nos retrotrae más de treinta años en esta tan sensible y delicada materia.
Así que, PP y PSOE la misma mierda es, ¿no? ¡Pues estamos apañaos!

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Derechos Humanos y Educación en España

Para conmemorar el 65 aniversario de la aprobación por la Asamblea General de las Naciones Unidas,  el 10 de diciembre de 1948, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la emisora de la Universidad Popular Palentina, Radio Colores, tuvo el acierto de organizar  el programa “Seis horas de radio en directo por los Derechos Humanos”.
En los diversos bloques horarios en los que se dividió el programa, se fueron estudiando y debatiendo algunos de los artículos que contienen los principales derechos reconocidos en dicha declaración, y en el referido a la educación tuvieron la amabilidad de invitarnos a Ramiro Curieses y a un servidor, en nuestra calidad de docentes y miembros de Liga Española de la Educación y la Cultura Popular.
Moderado por Elisa Docio bajo la dirección de Maribel, y con la participación de dos estudiantes de Educación Social que están haciendo las prácticas en la UPP, Ariadna y Cecilio, el debate derivó hacia la situación que se plantea ante la recién aprobada Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE).
Hablamos largo y tendido de cómo con esta ley, el respeto al derecho a la educación, tal y como lo entiende la declaración de la ONU, deja mucho que desear.
Solamente con leer el concepto que de la educación se deduce desde los primeros párrafos del preámbulo de la LOMCE, y compararlos con lo que el artículo 26 de la Declaración dice, ya vemos por dónde van los tiros. Veamos.

Artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos:
……
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
……
Preámbulo de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa:
…….
La educación es el motor que promueve el bienestar de un país. El nivel educativo de los ciudadanos determina su capacidad de competir con éxito en el ámbito del panorama internacional y de afrontar los desafíos que se planteen en el futuro. Mejorar el nivel de los ciudadanos en el ámbito educativo supone abrirles las puertas a puestos de trabajo de alta cualificación, lo que representa una apuesta por el crecimiento económico y por un futuro mejor.
……

Pero es que, para mayor abundamiento, la LOMCE se carga de forma incomprensible la asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos, y la sustituye por otra llamada Valores Sociales y Cívicos en Primaria, y Valores Éticos en Secundaria Obligatoria, y además, ¡serán optativa con la Religión!
Es decir, puede que ningún alumno oiga hablar de los derechos humanos de una forma reglada a lo largo de su formación básica y obligatoria.
Y para rematar la faena, la LOMCE abre la puerta a la financiación con fondos públicos de los centros que separan a los alumnos por sexos, cargándose de esta forma cualquier posibilidad de avanzar en una buena y correcta coeducación.
Y luego, a nuestro ínclito Presidente del Gobierno, don Mariano Rajoy, se le llena la boca de alabanzas a Nelson Mandela poniéndolo como ejemplo de luchador por los Derechos Humanos.


¡Pa mear y no echar ni gota!