La libertad

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Miguel de Cervantes

jueves, 9 de marzo de 2023

¡Pues no era una broma! La rehabilitación de Jardinillos, finalista de los Premios de Construcción Sostenible de Castilla y León

 

El pasado 7 de marzo, vísperas del Día internacional de la Mujer, la prensa palentina nos despertó con una gran noticia: “La rehabilitación de Jardinillos, finalista de los Premios de Construcción Sostenible de Castilla y León”.

La primera reacción de muchos, incluida la mía, fue consultar el calendario y comprobar si, en una reedición del Día de la Marmota, habíamos regresado al 28 de diciembre. Pero no, Google no miente, al menos en la fecha, y en efecto no era el día de los “inocentes”. Justo el día en el que el ayuntamiento capitalino, en una tardía y desaforada acción de poda arremetía contra un buen número de árboles del parque de los Jardinillos para intentar arreglar el daño causado a los mismos por la “rehabilitación de Jardinillos”, nos enteramos que es finalista a un premio de “Construcción Sostenible”, y que no era una broma de mal gusto. ¡Manda huevos!, que diría don Federico Trillo.

Recordemos que este proyecto de infausta  memoria, pretendía eliminar 70 árboles sanos, que fueron salvados de la tala por la acción emprendida por el colectivo “Una silla, una  manta, un libro”, que, ante la cabezonería y empecinamiento del Ayuntamiento, terminó ante los tribunales, que fallaron a favor del colectivo, prohibiendo la tala de los árboles y condenando en costas al consistorio. Costas que, por supuesto, no pagan los ediles responsables del desaguisado, sino toda la ciudadanía de palentina.

Recordemos también que el mismo colectivo, que por parte del señor concejal de Urbanismo, don Luís Fernández, tuvo que soportar todo tipo de desprecios y descalificaciones en los medios de comunicación, advirtió repetidamente durante el tiempo que duró la “rehabilitación”, que el daño que las obras estaban causando al arbolado eran irreparables y que, en poco tiempo, íbamos a ser testigos de sus consecuencias, como desgraciadamente ha sido. Un número considerable de árboles, que estaban sanos antes de la obra, y que curiosamente no es ninguno de los 70 propuestos para la tala inicial y salvados por  la justicia,  tienen ahora que ser talados o podados salvajemente por culpa de un proyecto que, incongruencias de la vida, es ahora finalista a un premio que lleva el apellido “sostenible”. Insisto, ¡manda huevos!

Puede que la explicación a tamaña barbaridad, esté en quién promueve los citados premios. Los Premios de Construcción Sostenible de Castilla y León son una iniciativa de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León “en colaboración con el Instituto de la Construcción de Castilla y León”. La colaboración de una Consejería que tiene entre sus competencias temas con intereses tan contradictorios como “medio ambiente”, “vivienda” y “ordenación del territorio”, con una Fundación que está constituida por un Patronato que lo integran tres Universidades Públicas de Castilla y León, y seis colegios profesionales relacionados con el sector y la Asociación Empresarial que representa a todas las empresas de Castilla y León, puede comenzar a despejar el misterio, y más teniendo en cuenta que, la empresa adjudicataria de la obra fue Ferrovial. Sí, esa que ahora fija su sede social fuera de España por razones no muy bien explicadas, pero que todos y todas tenemos muy claras.

No me digan que no es para quedarse de “granito” el que, como dice la nota de prensa que nos lo anunciaba a bombo y platillo, se pretende distinguir con estos galardones, a los “proyectos y actuaciones de construcción… que aporten aspectos relevantes, innovadores y de integración que permitan demostrar su comportamiento sostenible y su contribución a la revitalización y mejora de la calidad del espacio y la biodiversidad en los entornos urbanos y rurales”. Parece ser que para los organizadores de los premios de marras, talar árboles son motivo y destrozar con las obras árboles sanos a diestro y siniestro, mejora la calidad del espacio y la biodiversidad de los entornos urbanos.

Ahora eso sí, el concejal de Urbanismo don Luis Fernández, se muestra exultante con la noticia y afirma con total rotundidad que, “para el Ayuntamiento de Palencia es un orgullo que se reconozca esta reforma integral del Parque de los Jardinillos, pues no solo es un referente desde el punto de vista urbanístico y medioambiental, sino que además es una actuación de la que nos sentimos particularmente orgullosos, pues nos ha permitido recuperar un espacio emblemático de la ciudad, que estaba entrando en desuso”.

En fin, me voy al “bolo” que da título a este blog, porque se necesita mucha paciencia para aguantar semejantes despropósitos.

Podas salvajes en Jardinillos


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