La libertad

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Miguel de Cervantes

martes, 21 de septiembre de 2010

La izquierda en Europa

El pasado domingo 12 de octubre, la izquierda europea sufrió un nuevo retroceso, esta vez en la tradicionalmente socialdemócrata Suecia. El mes de mayo pasado, los laboristas ingleses perdieron las elecciones generales en el Reino Unido. En los últimos años la izquierda ha salido de los gobiernos de Francia, Alemania, Italia, Holanda, ….
En estos momentos, solamente Portugal, Grecia, España, Austria y Eslovenia tienen gobiernos de izquierdas.

Aunque las situaciones de los distintos países son diferentes y, por tanto, las causas también lo pueden ser, lo cierto y verdad es que la izquierda pierde presencia social y respaldo electoral en todos los países de la Unión Europea.
En algunos casos, como en el Reino Unido, por el desgaste lógico después de más de 12 años gobernando. En otros, Francia, por las luchas internas y la falta de un claro liderazgo. En Italia, por una profunda crisis de identidad y definición de los programas y las ideas. Algo parecido ha sucedido en Alemania, en donde el SPD es superado por Los Verdes en los sondeos electorales.

(EL PAÍS 21-09-2010)

¿Qué está pasando en Europa?

Aunque parece una paradoja, da la sensación de que los ciudadanos tienen más fe en que nos sacarán mejor de la crisis económica las opciones políticas de derechas, que se alinean ideológicamente con los mismos que nos han metido en ella. ¡Tiene tela el asunto! Estamos poniendo a la zorra a vigilar el corral.
Si a esta paradoja le unimos el uso demagógico que de la xenofobia, fácil recurso en épocas de paro y crisis, están haciendo los grupos de la ultra derecha con la aquiescencia de los de derechas, tendremos parte de la explicación.
Pero en mi modesta opinión, también algo de culpa tienen los propios dirigentes de los partidos de la izquierda europea.
En lugar de buscar soluciones progresistas y de izquierdas a la crisis de un modelo económico basado en el principio ultra liberal de “cuanto menos estado y menos regulación mejor”, se han apuntado sin reservas a las mismas recetas liberales y a apuntalar el mismo modelo que nos ha llevado a este pozo.
Para ello han adoptado como objetivos prioritarios tres principios básicos del liberalismo económico: salvar el sistema bancario, liberalizar el mercado laboral y reducir lo máximo posible el déficit público, lo que conlleva de forma automática una bajada de la inversión pública y una disminución, lenta pero progresiva y sin freno, del gasto en educación, sanidad y restantes prestaciones sociales.
Es lógico pensar que los votantes europeos, ante la similitud de las medidas que se les proponen para salir de la crisis, todas de tinte bastante liberal, estén optando por votar a la derecha. Si las soluciones son de derechas, quienes mejor las llevarán a buen puerto son los partidos de derechas.
De confirmarse y consolidarse esta tendencia derechista, Europa se verá abocada a la destrucción del modelo de bienestar social que está vigente en la mayoría de los países desde la segunda guerra mundial. Peligran la sanidad y la educación pública de calidad y para todos. Están en grave peligro nuestro sistema de pensiones públicas, así como las prestaciones por desempleo y de las personas dependientes.
Si los ciudadanos europeos no reaccionamos a tiempo e invertimos la tendencia, en pocos años estaremos viviendo bajo un modelo económico y social basado en la desregulación del mercado y en el individualismo más salvaje, en el que el “sálvese quien pueda” será la consigna.

Hay que participar, movilizarse, gritar alto y claro, para que los dirigentes de la izquierda europea se den cuenta y corrijan los derroteros por los que nos están llevando.

Lo que de ninguna manera hay que hacer es votar a la derecha.

12 comentarios:

  1. pero como puedes imaginarte q los sociomierdas podeis sacarnos de la crisis con la falta de etica y valores q os caracteriza?
    ZP y sus amiguetes solamente pueden llevarnos a la ruina economica y moral
    Aborto, matrimonios de maricas, despilfarro sin limites, sindicatos de chorizos y liberados....
    con esta canalla es imposible prosqperar ni en España ni en Europa

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  2. El comentario anónimo de las 23:06 está en los límites que yo mismo me había impuesto sobre insultos y groserías.
    A pesar de ello he decidido publicarlo, pues hasta el momento no he censurado ninguno de los que se han hecho en este blog, y espero no tener que hacerlo.
    Por lo demás, sin comentarios.

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  3. No estoy muy de acuerdo con tu análisis sobre la crisis de la izquierda en Europa, aunque si comparto algunas cosas de las que dices.
    Respecto al "Anónimo" de las 23:06 no se si haces bien permitiendo que se publiquen sus comentarios. No aportan nada y solamente reflejan un odio visceral a todo lo que sea progreso y mejoras sociales.

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  4. Socialista deprimido22 de septiembre de 2010, 8:25

    Lagunilla, no te desanimes y sigue publicando tus opiniones. Aunque no se compartan, te aportan elementos para la reflexión, cosa que no se hace en las asambleas del PSOE de Palencia.
    Yo personalmente estoy bastante de acuerdo con tus opiniones sobre la crisis de la izquierda europea, pero no veo tan claro que exista una salida a esta situación.
    Tampoco tengo claro como se compagina la movilización y la protesta con seguir votando al PSOE. Es problable que mi voto termine en IU.
    De cualquier forma, ¡ánimo y sigue con tu blog!

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  5. Esté o no de acuerdo con el análisis que haces de la bancarrota de la izquierda en Europa, lo que valoro en el es que miras hacia dentro. Es muy fácil lanzar balones fuera. Si tras tantas décadas de socialdemocracia en Suecia el electorado quiere probar otros modelos habrá alguna razón en ello. No cabe ser inmovilista. La propia dialéctica de los procesos los lleva a su agotamiento. Cualquier modelo político que base su legitimidad en un proyecto de futuro ha de estar renovando éste o perecerá. Se podrá seguir hablando para entenderenod de izquierda y derecha pero esa izquierda inmovilista hará mucho que ha dejado de ser progresista.

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  6. Ahora bien, lo de renovarse no es algo tan sencillo, sobre todo cuando una opción política que en su día supùso utoppía está institucionalizada en partidos sindicatos forma parte de los organismos de poder del estado. Porque su institucionalización le llevará casi inevitablemente al conservadurismo, a permanecer en sus esquemas ideológicos y convertirlos en dogmas,

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  7. Decía que noe es tan sencilla la evolución de una opción pilítica que en su día fue utópica cuando se intucionaliza, por la razón de que lo institucionalizado tiende a perpetuar las fórmulas que en su día fueron efectivas

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  8. Y porque abandonar el terreno seguro del dogma ideológico para buscar otras ideas con poder transformador de la realidad no está en manos normalmente del tipo de personas que ostenta en poder dentro de esas mismas instituciones: partidos, sindicatos gobiernos..
    En lugar de eso optan por un pragmatismo cortoplacista en el que mezclan antiguas consignas, guiños a los sectores radicales, concesiones a distintos colectivos: nacionalistas por ejemplo o a ámbitos de poder real: la banca. Tratan con ello de contentar a un ´público amplio y heterogéneo. Las contradiciones que de ahí deriven se confía en borrarlas mediante un control más o menos sutil pero efectivo de los medios de comunicación.

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  9. Pero a medio largo plazo, una ideología que ha entrado en esa deriva no logrará mantener el entusiasmo necesario para movilizar a capas amplias de la población. E el electorado por despistado y alienado que pueda estar percibe esto y piensa que si hay que votar pragmático lo mismo da a unos que a otros y vota al que piensa puede ser mejor gestor. La gente tiende al sentido común más que al idealismo y es lógico. Sin embargo el pensamiento utópico siempre tendrá un papel en el desarrollo de las sociedades pero tendrá que cambiar a la vez que cambian estas. De lo contrario supondría que una ideología esta fuera y por encima del tiempo. es decir querría colocarse en el lugar de Dios.

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  10. Amigos "coreanos" de carrión
    http://ko-kr.facebook.com/group.php?gid=10150151982660705&v=wall

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  11. "Anónimo" de las 13:05, gracias por el enlace

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  12. Pablo: Gracias por tus interesantes aportaciones.
    Por supuesto que ninguna concepción ideológica ni movimiento político debe ser "inmutable"; se debe adaptar a los tiempos históricos, pues en caso contrario, es cierto que perdería el apoyo y las adhesiones de los ciudadanos, que es a los que debe ir dirigida. Pero esos cambios deben producirse sin perder de vista los objetivos utópicos que toda ideología política de izquierdas que se precie de serlo, debe tener.
    Es por otra parte evidente, al menos desde mi punto de vista, que cuando una opción política pierde adhesiones de sus votantes y ciudadanos, la "culpa" es de los que la interpretan en ese momento histórico, y no de los ciudadanos, que, en peincipio, "en democracia nunca se equivocan".

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