Los próximos días 6 y 10 de diciembre celebramos los aniversarios de la aprobación de nuestra Constitución y de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, respectivamente.
El 6 de diciembre de 1978, el pueblo español aprobó en referendum el texto de la Constitución española que previamente había sido aprobado en las Cortes el día 31 de octubre del mismo año. Tras la sanción real, realizada por Juan Carlos I el día 27 de diciembre en el Congreso de los Diputados, entró en vigor el 29 de ese mes, con su publicación en el BOE en las tres lenguas oficiales de España.
Así pues, nuestra Constitución cumple 30 años, siendo la de más larga y fructífera vigencia en comparación de otros textos constitucionales de épocas pasadas. En palabras de Francisco Rubio Llorente, "la Constitución de 1978 es la más sólidamente construida de todas nuestras Constituciones, la que se asienta sobre bases más firmes".
Prácticamente 30 años antes, el 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de de las Naciones Unidas reunida en París, aprobó su su Resolución 217 A (III), en la que se recogen los derechos humanos considerados básicos. La unión de esta declaración y los Pactos Internacionales de Derechos Humanos comprende lo que se ha denominado una Carta Internacional de los Derechos Humanos.
Aunque no es un documento obligatorio o vinculante para los estados, sirvió como base para la creación de las dos convenciones internacionales de la ONU, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Celebramos pues el 60 aniversario de su aprobación.
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