"La ratas" , otra novela mía de aire libre, es el fruto de una intransigencia. La censura de prensa -más cernida y dura que la literaria- me prohibió en 1961 una campaña en favor del campo castellano, sumido en el desamparo y la pobreza. Un día, caminando por tierras segovianas, sorprendí a un hombre que cazaba ratas en un arroyo para vendérselas a sus convecinos para su sustento.
Este hombre me pareció un símbolo de la Castilla de entonces y lo erigí en protagonista de mi novela (que escribí para resarcirme de la campaña de prensa que no pude hacer) colocando a su lado a un niño sabio y generoso, el Nini, que bien pudiera representar el espíritu de Castilla, rico y esperanzado, en dramático contraste con su miseria natural.
Carta que Miguel Delibes escribió en el año 1984 para una edición de "Las ratas" del Círculo de Lectores, ilustrada por José Vela Zanetti.
Este hombre me pareció un símbolo de la Castilla de entonces y lo erigí en protagonista de mi novela (que escribí para resarcirme de la campaña de prensa que no pude hacer) colocando a su lado a un niño sabio y generoso, el Nini, que bien pudiera representar el espíritu de Castilla, rico y esperanzado, en dramático contraste con su miseria natural.
Carta que Miguel Delibes escribió en el año 1984 para una edición de "Las ratas" del Círculo de Lectores, ilustrada por José Vela Zanetti.
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