Artículo publicado en El Norte de Castilla. 04.01.2016 |
Sabemos lo que queremos. Estoy
seguro que miles de afiliados, simpatizantes y votantes del PSOE suscribirían
sin dudarlo ni un segundo estas estrofas con las que daba comienzo una famosa
canción que cantaba Ketama a finales del siglo pasado.
La inmensa mayoría de los
afiliados a este Partido más que centenario, queremos lo mismo que quieren la
mayor parte de los ciudadanos de este país, a los que les importa un comino
cuándo celebremos o no nuestro congreso. Lo que esa mayoría de españoles quiere,
es saber si el PSOE, una vez que esté claro que el PP no pude formar Gobierno,
es capaz de presentar un programa de progreso social y político al resto de los
partidos.
Para que esto se produzca
tenemos que demostrar que es verdad que no estamos locos, y que sabemos lo que
queremos. Y los primeros que tienen que hacerlo son los dirigentes, pues como
ya he afirmado antes, los militantes lo tenemos clarito.
Queremos la derogación
inmediata de una reforma laboral que ha
llevado a la precarización del empleo y a conseguir que hoy día, en España,
haya pobres con trabajo. Una nueva regulación laboral que termine con las
diferencias salariales entre hombre y mujeres, que fije un salario mínimo
interprofesional actualizado y digno, y una renta básica garantizada para
aquellos que lo necesiten. Queremos que se potencie y se favorezca la
concertación laboral entre patronal y sindicatos, para lo que, tanto unos como
otros, tienen también que renovarse y cambiar sus formas de funcionamiento.
Queremos que se haga una reforma de nuestro sistema fiscal que haga pagar más al
que más tiene o gana, y que termine de una vez con el fraude que se produce
entre los que más deberían aportar.
La mayoría de los españoles
queremos una vuelta al Pacto de Toledo que garantice el sostenimiento de un
sistema de pensiones justo y suficiente, no solo para los actuales si no, y
principalmente, para los futuros pensionistas. Queremos una sanidad universal y
gratuita sin copagos y sin desigualdades territoriales.
Queremos un gobierno que ponga
las bases para un gran pacto por la educación, que garantice una educación
pública, laica, gratuita y de calidad para todos y todas. Un gobierno que
retome la iniciativa en la lucha contra la violencia de género, poniendo todo
tipo de recursos materiales y humanos al servicio de la lucha contra esta lacra
social.
Los españoles queremos que un
gobierno de progreso se ocupe y preocupe por el mundo rural, la agricultura y
la ganadería, la minería, los recursos energéticos no contaminantes. Que luche
contra la despoblación creciente en muchas zonas de nuestro país, planificando
la prestación de servicios, apoyando a los pequeños y medianos ayuntamientos, y
estableciendo medidas eficaces que favorezcan la natalidad. Estamos pidiendo a gritos un gobierno que
luche contra la corrupción y que establezca controles eficientes para que ésta
desaparezca de una vez por todas.
Un gobierno que sea capaz de
plantear al resto de fuerzas políticas, una reforma constitucional que
actualice nuestra norma fundamental, y que nos permita, con el máximo consenso,
revisar el papel del senado, el encaje constitucional de los distintos
territorios que conforman este país plural y heterogéneo. Que traiga consigo la
reforma en profundidad de una ley electoral que necesita aproximarse a una
mayor proporcionalidad entre votos y escaños. Necesitamos que en nuestra
Constitución estén recogidos como derechos garantizados en ella la sanidad y
los servicios sociales básicos.
En este momento, los
socialistas tenemos que dejar de mirarnos el ombligo y apoyar sin fisuras a
nuestro candidato a la presidencia del gobierno, y exigirle que sea capaz de
hacer una oferta clara y nítida de progreso para la inmensa mayoría de los
españoles. Apoyarle para que, una vez quede claro que el PP no es capaz de
formar gobierno, inicie negociaciones con todas las fuerzas políticas que
compartan la urgencia por resolver estos problemas reales. Tenemos que
colaborar para que esta oferta llegue con claridad a los ciudadanos y darle un
margen de maniobra para la negociación con el resto de partidos que estén
dispuestos a trabajar en esta línea.
Esa es ahora nuestra obligación
como socialistas. Y luego, una vez resuelto de una forma u otra la formación
del Gobierno, nos pondremos a resolver nuestros problemas, que los tenemos y
muy graves. Ahora bien, que nadie se equivoque, los resolveremos con la
participación democrática de todos los afiliados, no en reuniones entre
barones, baronesas y similares. Ese tiempo, por suerte, ya pasó.
Pero que queieres gobernar con los podemitas, esos que se creen de izquierdas pero luego defienden un referendun para romper España. Los de Podemos solo quieren destruir al Psoe
ResponderEliminar¿Romper España? ¿Destruir al PSOE? ¡¡¡Cómo me suena!!!!
EliminarSeñor Carlos, las mayorías absolutas se han acabado en la actualidad. Hay que pactar y ceder. Y si hay elecciones otra vez pasará lo mismo (imposibilidad de mayoría absoluta). ¿qué solución propones? ¿pactamos con los fachas del PP como dice Felipe González o con los neofachas de ciudadanos (esos que dicen que son de centro como decía Aznar en 1996 pero son más de derechas que los falangitos)?.Podemos ha salido por culpa del PSOE de Rubalcaba y Sánchez que ha dado la espalda a la gente en estos 4 años de vacaciones que llevan en la oposición. Y yo soy socialista que quede claro.
EliminarSe te ve el plumero Lagunilla, tu lo q quieres es q siga Pedrito de secretario general y q sea presidente, para seguir en la poltrona tu y tus amigotes
ResponderEliminarCoño, qué listo! Pues claro que quiero ambas cosas. Y lo de la poltrona, supongo que te refieres a qué siga cobrando mi jubilación de maestro. Pues claro que también quiero eso. Y por eso mismo prefiero un gobierno de izquierdas que me lo garantice.
EliminarLo dicho, eres muy hábil. Lo has pillado a la primera, y seguro que tu solo y sin ayuda.