De ambas cosas hay en el PSOE palentino. Tras las tormentosas reuniones del Comité Provincial y la Asamblea Local, la “calma” se ha instalado, al menos aparentemente, en el socialismo palentino.
Parte de esa calma, es la propia de los cementerios, lugares tranquilos y apacibles pero por falta casi absoluta de vida. Y la poca que existe, se muestra asustada y respetuosa con los allí sepultados. Tal cual pasa en parte en el PSOE de Palencia. Y parece que nuestros dirigentes locales y provinciales, se encuentran muy a gusto en esta situación. A pesar de la presencia inquietante de la “muerte”.
Pero puede que esa calma sea la que antecede a las tormentas. Y ¡ojalá sea así! Por el futuro de nuestro Partido, es necesario y vital que esta “calma” sea de este tipo y no del tipo “camposanto”. Las tormentas, si bien es verdad que cuando son fuertes y violentas pueden llegar a causar algunos destrozos y daños, luego traen vida nueva y regeneran la tierra.
Ya se sabe que este tipo de tormentas no gustan a los que mandan. Les dan trabajo y les exige actuar e intervenir. Les puede obligar, incluso, a movilizar a sus fuerzas de intervención. Y se pueden encontrar con que éstas, debido a la molicie y a la desmovilización, se encuentren poco entrenadas o escasas de efectivos.
El PSOE de Palencia necesita urgentemente una tormenta que arrase con todo, para que después surja la nueva vida, y todo florezca y se renueve. No necesita para nada, la “calma de los cementerios”, pues de ellos solo se puede esperar mucha, pero que mucha, calma y, eso también, más muerte.
Y aunque esta situación sea la que guste a algunos dirigentes, muchos militantes no están dispuestos a permitirlo.
Yo, al menos, ¡no!
La libertad
La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Miguel de Cervantes
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Miguel de Cervantes
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A ver si de verdad hacéis algo, porque esto se nos muere
ResponderEliminarPersdonalemnete pienso que no se necesitan tormentas. Con democracia es suficiente. ¡Conferencia política ya!
ResponderEliminar¿Y a quién le toca el papel de Zeus, dios generador de tormentas? La calma deja entrever las cabezas agazapadas de los que están al acecho. De momento el " Yo, al menos, ¡no!" te coloca en una situación comprometida. Aplaudo tu valentía.
ResponderEliminarSi es cierto que hay demasiada calma pero estamos en verano,y vacaciones, no???No creo que quiera decir que la gente esté satisfecha o resignada, sino es espera de que haya movimiento. Por cierto me han llegado rumores de que Villarrubia está en el ojo del huracán, has oído algo???
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