La libertad

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Miguel de Cervantes

martes, 1 de diciembre de 2009

De nuevo en la brecha

Desde mediados de junio he tenido mi blog abandonado y mudo.
A un fin de curso ajetreado, ¡al fin he dejado la Jefatura de Estudios!, y un verano con una primera parte extraordinaria, las vacaciones por el Canal del Midi, y un final para olvidar, el fallecimiento de mi suegro, se ha unido un otoño dedicado íntegramente al Canal de Castilla, de tal manera que “ni tiempo he tenido” de ocuparme de mis blogs.
Pero todo pasa y, aunque alguno a lo peor creía que ya no iba a volver, aquí estoy de nuevo. Y bastante preocupado.
Durante estos meses de “ausencia” esta España de mis entretelas ha dado para mucho, tanto en lo político, como en lo social: corrupción, crisis, secuestros, gripe A, etc. Como muchos de estos temas siguen y seguirán de actualidad, tiempo habrá para ocuparme de ellos.
Pero un suceso acaecido en estos últimos días me tiene, si es posible, más preocupado que ninguno de los anteriores.
Me estoy refiriendo al vergonzoso espectáculo que una parte importante de nuestra sociedad ha dado en el caso de la muerte de la niña de tres años de Arona (Tenerife) y la forma en que se ha hecho saltar en pedazos uno de los fundamentos de un estado garantista en lo judicial como es el que establece nuestra Constitución de 1978.
La condena sin juicio que una parte de la sociedad, alentada por lo más denigrante de la profesión periodística de este país, ha pronunciado contra el novio de la madre de Aitana, es lo más vergonzoso que he presenciado en mucho tiempo. Las imágenes de la detención de un joven de 24 años, Diego P.V., esposado e insultado a la entrada de la comisaria y de los juzgados, me hace dudar de que vivamos en un auténtico estado de derecho.
La portada del diario ABC con una fotografía a toda página y el titular “La mirada del asesino de una niña de tres años”, es un ejemplo del peor y más repugnante “periodismo” de baja estofa, a la vez que un posible delito.
Podríamos repasar otros titulares y noticias sobre el tema de similares características, pero que creo que con el de ABC puede ser suficiente.
¿Dónde ha quedado la presunción de inocencia? ¿Dónde ha quedado el principio jurídico que establece que nadie puede ser declarado culpable sino tras la celebración de un juicio justo y con todas las garantías? “La mirada del asesino…….”, ¿quién le ha condenado?, ¿cuándo se ha celebrado el juicio?
En los días inmediatamente posteriores a su detención, un aluvión de personas, algunas con responsabilidades políticas, se han lanzado a una carrera para ver quién era el que más fuerte y con más argumentos pedía que “caiga sobre él todo el peso de la ley”. Me pregunto: ¿sin juicio?, ¿sin condena?, ¿sin derecho a defensa?
Y todo ello aireado y multiplicado por los medios de comunicación.
No escuché en esos días ni una sola referencia a la presunción de inocencia de Diego.
¡Qué distinto cuando los detenidos son políticos presuntamente culpables de haber “chorizado” durante el ejercicio de sus cargos! En estos casos, todos son “presuntos”, todos tienen derecho a la “presunción de inocencia” y se llega incluso a interpelar al Ministro de Interior, sobre “el trato degradante” que ha supuesto su detención y su traslado esposados hasta el juzgado.
Seguro que muchas gentes “bien pensantes” creen que esto no va con ellos, que a ellos esto nuca les puede pasar. Se equivocan de medio a medio.
En este punto convendría recordar esos conocidos versos, atribuidos erróneamente a Bertolt Brecht pero que, en realidad, pertenecen a un sermón que un pastor luterano alemán llamado Martin Niemöller pronunció en la Semana Santa de 1946 y que tituló ¿Qué hubiera dicho Jesucristo?:

Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.


Seamos exigentes con el respeto a los principios constitucionales y del estado de derecho porque si no, algún día, cuando “vengan a por nosotros no habrá nadie que pueda protestar”.

4 comentarios:

  1. no estoy de acuerdo con tu planteamiento sería mejor que salga libre y luego mate a otra niña? ante la duda a la carcel

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  2. bienvenido de nuevo, y no lo dejes tanto tiempo. lo que ha ocurrido en este caso es totalmente vergonzoso. que me dices de la gente llamandole asesino a las puertas d la comisaria?.
    No se si fue Concepcion Arenal la q dijo prefiero cien culpables en la calle que un inocente en la carcel. Pues eso, aplicarse el cuento

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  3. ¡Ya era hora, tío! creíamos que te habias muerto. Siento lo de tu suegro, no me había enterado.
    ¿Qué opinas del añito de Julio Villarrubia al frente del PSOE?

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  4. totalmente d acuerdo contigo Lagunilla y aconsejo leer l editorial d EL PAÍS d hoy q l arrea un buen puntazo a la prensa por su actitud n ste caso

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