La libertad

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Miguel de Cervantes

martes, 2 de junio de 2009

El 7 de junio ¿votar o no votar?

Hace unos días el maestro de periodistas Iñaki Gabilondo ilustraba su editorial en noticias cuatro sobre la campaña de las elecciones europeas del próximo 7 de junio, con una ilustrativa metáfora.
Decía Iñaki que la campaña electoral se parecía a una campaña publicitaria de dos imaginarios bancos que, en lugar de explicar a sus clientes las ventajas y beneficios que ser cliente de cada uno de ellos les podría reportar, se dedicaban a informar al potencial cliente de los inconvenientes y desgracias que les acarrearía el convertirse en clientes del banco rival. Finalizaba su metáfora con la conclusión de que el agobiado y acongojado cliente terminaría llevándose el dinero a su casa y guardándolo en una caja de zapatos en un lugar a buen recaudo.
Comparto totalmente la metáfora en la parte en la que describe la campaña electoral que los ciudadanos estamos “sufriendo”. Muy poco de lo que las distintas opciones políticas piensan sobre Europa y sobre las soluciones que deben adoptarse de forma común y colectiva para superar esta crisis económica de carácter internacional, y mucho de lo malos, corruptos e indignos que son los demás. Con ligeras matizaciones, esta imagen se puede aplicar a la casi totalidad de los mítines con que se nos está obsequiando durante la campaña electoral para las elecciones al Parlamento Europeo.
No comparto en absoluto la conclusión que nuestro metafórico “cliente” adopta al final del ejemplo de Iñaki: guardar sus ahorros en casa, es decir, aplicado a las elecciones, no votar.
Los europeos en general y los españoles en particular nos jugamos demasiado para quedarnos en casa el día 7.
Es cierto que los principales partidos políticos españoles han renunciado a hacer la pedagogía política que debería ser una campaña electoral. Es cierto también que el modelo político europeo, en el que el gobierno no es elegido según el resultado de las elecciones parlamentarias, aleja el interés de las mismas de los ciudadanos.
Ahora bien, dicho lo anterior, no es menos cierto que más del 70 por ciento de la legislación de los países miembros de la Unión Europea está influida por la legislación previa de la misma, y los ciudadanos europeos y españoles no debemos olvidar que no es lo mismo que la construcción de Europa se haga desde una perspectiva de izquierdas o de derechas.
En la actualidad, la mayoría de los gobiernos de los distintos países que conforman la Unión Europea, son gobiernos de derechas, incapaces, desde mi punto de vista, de encontrar una salida a la crisis que no sea otra que repetir el modelo capitalista y des regularizado que nos ha llevado a la situación actual.
Los ciudadanos de la UE tenemos una oportunidad única de decir a nuestros gobernantes que queremos otras soluciones. Que no queremos parches en la situación actual que nos lleven de mala manera a la situación anterior.
La crisis actual no es solamente una crisis económica, sino también una crisis de los valores socialdemócratas que se instauraron en Europa, y en el mundo occidental, tras la Segunda Guerra Mundial y que llevaron a esta parte del mundo al mayor periodo de bienestar y de justicia social que se recuerda. Valores que comenzaron a olvidarse y abandonarse con Ronald Reagan y Margaret Thatcher, y que hicieron que de forma paulatina los distintos gobiernos europeos olvidaran el valor de la justicia social, de la riqueza compartida, del progreso general y solidario, y los fueran sustituyendo por el valor del individualismo, del sálvese quien puede, del que vale, vale y el que no que se hunda. Por la falacia de que el “mercado” es capaz de regularse a sí mismo, y de que cuanto menos Estado, mejor.
Volviendo a la metáfora que iniciaba esta reflexión, uno de los bancos que en la misma se disputan el “cliente”, está encantado con la situación. No le preocupa en absoluto la falta de pedagogía política ni de ofertas en positivo que la campaña “publicitaria” está demostrando. Sabe que sus potenciales clientes (votantes) están seguros, y que estos, al final, sí que llevarán los ahorros (votos) a su banco. Sabe que los posibles clientes (votantes) del otro banco, son más influenciables por estas campañas negativas y poco edificantes y que es más que posible que, cabreados con el espectáculo, terminen dejando en casa sus ahorros (votos).
No caigamos en la trampa. Todos lo creamos que otra Europa es posible. Los que pensemos que se puede y debe salir de esta crisis con otro modelo social que no sea el basado en el enriquecimiento fácil y en el adelgazamiento del Estado, que no sea el volver a la situación anterior de dominio absoluto de las reglas del mercado. Los que creemos en un Estado moderno, fuerte, solidario y equilibrador de las desigualdades. Un estado capaz de asegurar los bienes básicos de la educación, la sanidad y los servicios sociales, y capaz de regular y manejar el mercado para que este sea un instrumento al servicio de todos y no un instrumento cuya única finalidad sea el enriquecimiento de unos pocos. Unos pocos que cuando las cosas comienzan a ir mal, piden ayuda a ese mismo estado del que denigran y reniegan. Todos esos potenciales clientes (votantes) no podemos dejar en casa nuestros ahorros (votos).
El domingo día 7 de junio debemos coger nuestros ahorros (votos) y acudir a depositarlos en el banco que, a pesar de la inmerecida campaña que nos están haciendo padecer, mejor representa ese modelo.
Yo así lo voy a hacer. Voy a acudir a votar al PSOE.

4 comentarios:

  1. Iñaki, ¿maestro de periodistas? juas, juas, juas... ¡qué chiste más bueno!

    ¿Encontró ya lo calzoncillos de los terroristas suicidas? ¿Y la Goma2 Eco que es Titadyn? ¡Menudo pájaro pesebrero!

    Camino de 5 millones de parados y algunos pensará que la solución es votar a la mafia de "el padrino" para que papá chavez siga alimentado a la "famiglia". Vamos, hombre, ¿os creéis que el ciudadano es tonto o que estudia para ello?

    Por supuesto que voy a votar, pero no a la mafia de la PSOE, tan "magistral" como Iñaki, tanto en mentiras como en corrupción. El 7-J, en efecto, nos jugamos mucho, empezando por acabar con el socialismo que considera no humanos a los fetos de la especie que engendran las personas, el socialismo de la muerte, del intervencionismo, de los rescates para socializar pérdidas, de mentir y negar crisis, y del nepotismo institucionalizados. A ésos que los vote su padre, que seguro que ése -por el hecho de serlo- es el único que tiene asegurada su pensión. ¡Menuda pandilla! Impresentable...

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  2. Lagunilla, me ha gustado tu artículo, aunque no esperaba que al final confesaras que aún votas al PSOE. Eres demasiado ingenuo.

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  3. Iñaqui de maestro nada de nada. Los verdaderos maestros de periodismo, adalides de la verdad y la honestidad, que no insultan ni difaman nunca, son personas como Jiménez Losantos y otros especímenes similares. ¡No te fastidia!
    Personas y actitudes como las del Anónimo de las 0:42 es lo que hace que siga votando, más que a favor del PSOE, en contra del PP.
    Gracias por resolverme la duda que tenía.

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  4. Pues yo estoy totalmente de acuerdo con el anónimo de las 0:42, que dice verdades como puños. Lógico que ante esas verdades algunos aúllen escocidos porque saben que son ciertas y aun así prefieren seguir apoyando a los especímenes del PSOE.Así les va.

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