Luis Tudanca |
Desde que el pasado 26 de julio, durante el desarrollo del Congreso Extraordinario del PSOE se supo que que Óscar López no se presentaría a las primarias para secretario general del PSCL-PSOE, han pasado más de dos meses en los que Julio Villarrubia ha intentado vender a lo largo y ancho de Castilla y de León, que él era el agraviado y ofendido y que este Partido le "debe una reparación", por lo que, en pura lógica, había que volver a elegirlo secretario general.
Estoy seguro que muchos buenos compañeros/as lo han asumido así y pueden estar dispuestos a votarlo.
A esos compañeros y compañeras les pido que reflexionen y piensen si el futuro de nuestro partido en la Comunidad, y por ende el futuro entero de la misma, se puede jugar sobre los fundamentos de los agravios y las lealtades personales. Si creen que se merece un desagravio, organicen un homenaje, pero no jueguen con el futuro de nuestro Partido. Si creéis que Julio Villarrubia es el mejor candidato para la secretaría general, votadlo, pero no lo hagáis para "devolverle el honor perdido".
Porque además, de "traición y felonía", nada de nada. Lo que ocurrió fue en estricta aplicación de nuestros Estatutos que establecen que, si dimite más del 50% de una Ejecutiva, esta decae automáticamente. Cuando esos miembros del Comisión Ejecutiva Autonómica dimitieron, compañeros y compañeras con responsabilidades políticas importantes en parlamentos y ayuntamientos y a los que se les supone una formación política al menos tan buena como la de los que no lo hicieron, dieron este importante y trascendental paso, lo harían por algo; y en cualquier caso, es un buen indicativo de que esa comisión ejecutiva no funcionaba correctamente. Lo que es absolutamente maniqueo es afirmar que más de la mitad de sus miembros son los culpables de la situación, y el resto son unas "victimas de la traición de esa mayoría".
Y lo que ya ronda el esperpento es descalificar para ser candidato o candidata a la secretaría general, a cualquier afiliado de este Partido que, ante la situación que hemos vivido en estos dos últimos años y más concrétamente estos últimos meses, no haya manifestado su total e inquebrantable adhesión a las tesis de Villarrubia, y su repudio más absoluto a la postura de los dimisionarios.
Personalmente hace mucho tiempo que he expresado mi opinión de que ni Óscar ni Julio podían representar el futuro del socialismo en esta Comunidad. Si ambos hubieran concurrido en las próximas primarias, me habrían puesto en un serio problema a la hora de depositar mi voto.
Por suerte hay un nuevo candidato, Luis Tudanca que, en mi modesta opinión, puede sacarnos de este infernal círculo en el que estamos metidos los socialistas de Castilla y de León, y nos permita ofrecer a la sociedad una alternativa distinta que nos ponga en el camino de colaborar a la resolución de los graves problemas que esta comunidad tiene.
Nos lo debemos a nosotros mismos pero también, y sobre todo, se lo debemos a una sociedad que está cada día más desprotegida ante el desmantelamiento del estado del bienestar al que está procediendo el gobierno de España, con el complaciente acompañamiento de la Junta de Castilla y León.
El día 4 de octubre, lo afiliados y afiliadas de este Partido, tenemos una gran responsabilidad.
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