La libertad

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Miguel de Cervantes

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Matrimonios gay: siete años de incertidumbre

En las elecciones generales de 2004 el PSOE se presentaba a las mismas con un programa electoral que, entre otras medidas, contemplaba la modificación del Código Civil para "permitir el matrimonio entre parejas del mismo sexo y el ejercicio de cuantos derechos conlleva".
Tras las elecciones que dieron el triunfo al PSOE y la elección de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del gobierno, y tras un duro y largo debate, el 30 de junio de 2005 se aprobó la Ley 13/2005, de 1 de julio, por la que se modifica el Código Civil en  materia de derecho a contraer matrimonio.
Dicho precepto legal modificó varios artículos del Código Civil, pero la más sustancial de todas esas modificaciones, fue la adicción de un nuevo párrafo al artículo 44: "El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sen del mismo o diferente sexo".

Los ánimos de la jerarquía católica y del sector más conservador de la derecha española y del PP, que habían luchado con todas sus armas durante la tramitación de esta ley, se encresparon de forma definitiva.
Así, los españoles fuimos testigos de una ola de manifestaciones, encabezadas por las cúpulas de la Iglesia Católica y del Partido Popular, y de un montón de declaraciones contra esta ampliación de derechos. Entre otras, y totalmente apoteósicas, las de doña Ana Botella, actual alcaldesa de Madrid y esposa del anterior presidente del Gobierno José María Aznar, en su famosa metáfora de "las peras y las manzanas".



Todo esa inquina y mala baba contra una ley que, por supuesto, no obliga a nadie a casarse, pero si amplía y garantiza los derechos a hacerlo a todas las personas sea cual sea su orientación sexual, tuvo su culminación en el recurso de incostitucionalidad interpuesto por el PP contra la misma, que por fin, tras siete años de largas y sesudas deliberaciones de los integrantes del Tribunal Constitucional, se ha resuelto ayer mismo con la declaración de consitucionalidad de la citada Ley 13/2005.
Esperemos que con esta resolución del máximo interprete de nuestra Carta Magna, se ponga fin a años y años de dudas e incertidumbres para más de 22.000 parejas de gays y lesbianas que durante los mismos han contraído matrimonio y han podido, por fin, conformar una familia. Y eso a pesar de las reacciones de la más rancia carcundía nacional que hoy mismo recogían algunos de los medios de la derecha periodística de este país.
¡ENHORABUENA A TOD@S!

P.D. Hoy mismo está previsto que el gobierno socialista de nuestros vecinos fanceses apruebe una ley similar a la española. Al menos por una vez, hemos sido pioneros en algo.

2 comentarios:

  1. Ya veras como el facherio sigue dando la batalla y no paran de incordiar. Esos cuando no les conviene no respetan ni las decisiones de los tribunales.

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  2. A ver si salen del armario todos los peperos y son felices aunque no les dejen. En qué cabeza cabe esta postura.


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